DENGE
El dengue es una enfermedad viral aguda,
producida por el virus del dengue, transmitida por el mosquito Aedes
aegypti o el mosquito Aedes
albopictus que se crían en el agua acumulada en recipientes y
objetos en desuso. El dengue es causado por cuatro serotipos del virus
del dengue: DEN-1, DEN-2, DEN-3 ó DEN-4; estrechamente relacionados con los serotipos del
género Flavivirus, de la familia Flaviviridae.1 Esta
enfermedad es más frecuente en niños, adolescentes y adultos jóvenes. Se
caracteriza por una fiebre de aparición súbita que dura de 3 a 7 días
acompañada de dolor de cabeza, articulaciones y músculos.2 Una
variedad potencialmente mortal de la fiebre del dengue es el dengue
grave o dengue hemorrágico que cursa con pérdida de
líquido o sangrados o daño grave de órganos, que puede desencadenar la muerte.
Es una misma enfermedad, con distintas manifestaciones, transmitidas por el
predominante en áreas tropicales y subtropicales (África, norte
de Australia, Sudamérica, Centroamérica y México);
aunque desde la primera década del s. XXI se
han reportado casos epidémicos en otras regiones de Norteamérica y
en Europa
Epidemiología
Distribución mundial del dengue, con pocas modificaciones
hasta el 2007.
En todo el mundo se estima que el número de afectados por
Dengue se encuentra entre los 50 a los 100 millones de personas cada año, con
un total de 1/2 millón que necesitan atención hospitalaria por tener en riesgo
su vida[cita requerida] y que
dan lugar a unos 12,500 fallecimientos.8 El
dengue es conocido como «fiebre rompe-huesos», «fiebre quebrantahuesos» y «la
quebradora» en países centroamericanos.
Importantes brotes de dengue tienden a ocurrir cada cinco o seis años. La
ciclicidad en el número de casos de dengue, se piensa que es el resultado de
los ciclos estacionales que interactúan con una corta duración de la inmunidad
cruzada para las cuatro cepas en las personas que han tenido el dengue. Cuando la
inmunidad cruzada desaparece, entonces la población es más susceptible a la
transmisión, sobre todo cuando la próxima temporada de transmisión se produce.
Así, en el mayor plazo posible de tiempo, se tienden a mantener un gran número
de personas susceptibles entre la misma población a
pesar de los anteriores brotes, puesto que hay cuatro diferentes cepas del
virus del dengue y porque nuevos individuos son susceptibles de entrar en la
población, ya sea a través de la inmigración ó
el parto.
La enfermedad posee una extensión geográfica similar a la de
la malaria,
pero a diferencia de ésta, el dengue se encuentra en zonas urbanas en la misma
de los países tropicales. Cada serotipo es bastante diferente, por lo que no
existe protección y las epidemias causadas por múltiples serotipos pueden
ocurrir. El dengue se transmite a los humanos por el mosquito Aedes
aegypti, el cual es el principal vector de la enfermedad en el hemisferio
occidental, aunque también es transmitido por el Aedes
albopictus. No es posible el contagio directo de una persona a otra.9 10
Se cree que los casos notificados son una representación
insuficiente de todos los casos de dengue que ya existen, puesto que se ignoran
los casos subclínicos y los casos en que el paciente no se presenta para
recibir tratamiento médico. Con un tratamiento médico adecuado, la tasa de
mortalidad por dengue, por consiguiente, puede reducirse a menos de 1 en 1000.
Durante la última década, en Sudamérica se ha registrado el
más dramático incremento de la incidencia del
dengue, especialmente en Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Venezuela y Brasil.11 Actualmente,
en este último país se produce aproximadamente el 70% de todos los casos en
América, mientras que Colombia es donde se ha registrado el mayor número de
casos de dengue hemorrágico y de casos fatales en los últimos años.11 En Chile sólo
existe el principal mosquito vector en Isla
de Pascua y todos los casos reportados de dengue en ese país desde
2004 han resultado infectados fuera del mismo.10
Hay pruebas importantes, originalmente sugeridas por S. B. Halstead en la década
de 1970, en las que el dengue hemorrágico es más probable que ocurra en
pacientes que presentan infecciones secundarias por serotipos diferentes a la
infección primaria. Un modelo para explicar este proceso —que se conoce como
anticuerpo dependiente de la mejora (ADM)— permite el aumento de la captación y
reproducción virión durante una infección secundaria con una cepa
diferente. A través de un fenómeno inmunitario, conocido como el pecado original antigénico, el sistema inmunitario no es capaz de
responder adecuadamente a la fuerte infección, y la infección secundaria se
convierte en mucho más grave.12 Este
proceso también se conoce como superinfección.13
Hecho por : Paola castellanos
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